jueves, 23 de febrero de 2012
jueves, 16 de febrero de 2012
EXTRAÑO ALLAZGO
Extraño hallazgo de Indios Californios
Un sistema funerario sui generis, consistente en la doble inhumación, fue practicado por los grupos seminómadas de Baja California Sur hace más de 2,300 años, según lo revelan estudios de antropología física realizados a restos óseos encontrados en más de un centenar de entierros descubiertos en diversos puntos de la península.
Contrario al concepto de tribus salvajes que prevaleció por mucho tiempo, esta investigación ha permitido determinar nuevas interpretaciones sobre la cosmogonía que tuvieron los grupos indios californios, y que comprueba que tuvieron una cultura con características únicas.
El antropólogo físico Alfonso Rosales-López, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), informó que las pruebas físicas y biológicas indican que los esqueletos fueron enterrados dos veces. “Primero, el cadáver era colocado dentro de una fosa, una vez que tenía un avanzado estado de descomposición era desenterrado, para posteriormente seccionarlo manualmente y realizar una segunda inhumación”.
Este sistema de doble enterramiento, que se practicó desde antes de la época precolombina entre los grupos de indios californios, tenía como finalidad terminar con el sufrimiento de la persona fallecida, puesto que “el concepto de muerte (como biológicamente lo entendemos) no existía, pero, los cambios físicos provocados por el proceso de descomposición hacían creer que experimentaba dolor, por lo que se pensaba que seccionando el cuerpo liberaban al individuo de este padecimiento”.
“Para ellos este momento no era de muerte, sino un simple cambio de estado, en donde el dolor era una constante, porque el cuerpo cambia de coloración, le salen moretones y arroja líquidos por los orificios”.
De acuerdo con las creencias de estos grupos, para aliviar el dolor que ‘sentía’ el muerto, lo desenterraban meses después y lo seccionaban, cuando sabían que las articulaciones estaban frágiles por la descomposición de la carne. “Separaban la cadera del tronco, las extremidades y en algunos casos el cráneo, y así, fragmentado, lo volvían a enterrar”.
El antropólogo Rosales-López, refirió que con esta práctica no sólo liberaban al individuo del dolor, sino que automáticamente éste y los demás antepasados enterrados en el mismo sitio se volvían guardianes del lugar, garantizando así que siguieran brindando los recursos alimenticios
Contrario al concepto de tribus salvajes que prevaleció por mucho tiempo, esta investigación ha permitido determinar nuevas interpretaciones sobre la cosmogonía que tuvieron los grupos indios californios, y que comprueba que tuvieron una cultura con características únicas.
El antropólogo físico Alfonso Rosales-López, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), informó que las pruebas físicas y biológicas indican que los esqueletos fueron enterrados dos veces. “Primero, el cadáver era colocado dentro de una fosa, una vez que tenía un avanzado estado de descomposición era desenterrado, para posteriormente seccionarlo manualmente y realizar una segunda inhumación”.
Este sistema de doble enterramiento, que se practicó desde antes de la época precolombina entre los grupos de indios californios, tenía como finalidad terminar con el sufrimiento de la persona fallecida, puesto que “el concepto de muerte (como biológicamente lo entendemos) no existía, pero, los cambios físicos provocados por el proceso de descomposición hacían creer que experimentaba dolor, por lo que se pensaba que seccionando el cuerpo liberaban al individuo de este padecimiento”.
“Para ellos este momento no era de muerte, sino un simple cambio de estado, en donde el dolor era una constante, porque el cuerpo cambia de coloración, le salen moretones y arroja líquidos por los orificios”.
De acuerdo con las creencias de estos grupos, para aliviar el dolor que ‘sentía’ el muerto, lo desenterraban meses después y lo seccionaban, cuando sabían que las articulaciones estaban frágiles por la descomposición de la carne. “Separaban la cadera del tronco, las extremidades y en algunos casos el cráneo, y así, fragmentado, lo volvían a enterrar”.
El antropólogo Rosales-López, refirió que con esta práctica no sólo liberaban al individuo del dolor, sino que automáticamente éste y los demás antepasados enterrados en el mismo sitio se volvían guardianes del lugar, garantizando así que siguieran brindando los recursos alimenticios
ARQUEOLOGIA region Tecate - Tijuana
ARQUEOLOGIA
En las cercanías de Tijuana existen dos zonas arqueológicas de peculiar interés por la presencia de pinturas rupestres.
El Vallecito. Se encuentra en Tecate, 72 km al este de Tijuana por la carretera federal núm. 2. En este lugar podrá observar muestras de pinturas rupestres, con representaciones de figuras humanas y de animales, entre las que sobresalen El Hombre Enraizado, El Diablito y El Tiburón. Abierto de miércoles a domingo de 8:00 a 17:00 hrs.
Macahuí. Se localiza a 154 km al este de Tijuana por la carretera federal núm. 2. En este lugar, ubicado en una zona desértica, podrá observar una serie de diseños de formas antropomorfas y geométricas, similares a las de la región peruana de Nazca.
El Vallecito. Se encuentra en Tecate, 72 km al este de Tijuana por la carretera federal núm. 2. En este lugar podrá observar muestras de pinturas rupestres, con representaciones de figuras humanas y de animales, entre las que sobresalen El Hombre Enraizado, El Diablito y El Tiburón. Abierto de miércoles a domingo de 8:00 a 17:00 hrs.
Macahuí. Se localiza a 154 km al este de Tijuana por la carretera federal núm. 2. En este lugar, ubicado en una zona desértica, podrá observar una serie de diseños de formas antropomorfas y geométricas, similares a las de la región peruana de Nazca.
jueves, 2 de febrero de 2012
SAN LUIS GONZAGA (Chiriyaqui )
SAN LUIS GONZAGA
(Chiriyaqui)
En el valle de Santo Domingo, enmedio del más desolado desierto y a unos 53 km. al sureste de Ciudad Constitución, se ubica la comunidad de San Luis Gonzaga, asiento de la misión del mismo nombre. En 1721 el padre Clemente Guillen localizó este sitio estableciendo ahí una visita de la misión de Nuestra Señora de los Dolores. Posteriormente en 1740, con un donativo de Don Luis de Velazco, Conde de Santiago, se fundó la misión por el padre Lambert Hostell, sustituido después por el también jesuita Johan Jakob Baegert, a quien correspondió la construcción de la iglesia de la misión, la cual se conserva en buen estado y en uso, no así los edificios anexos que están prácticamente en ruinas.
Durante 17 años el padre Baegert vivió en San Luis Gonzaga, de lo cual resultó su libro “Noticias de la Península Americana de California” uno de los estudios más discutidos e interesantes sobre la misión, la población indígena y la región colindante, considerado como un valioso y objetivo testimonio que ha servido de consulta para muchos importantes estudios sobre la historia de Las Californias.
San Luis Gonzaga es uno de los bellos y más sorprendentes oasis de Baja California Sur, las aguas de su manantial se aprovechan para la ganadería y el riego de frutales entre los que destacan olivos, naranjos, higueras, viñedos, vastos palmares que crecen enormes por las riberas del arroyo. Correspondió a Don Benigno de la Toba, a mediados del siglo XIX, la construcción de la hermosa presa de piedra de cantera rosada. Rico ganadero y agricultor, Don Benigno vivió en San Luis en una de las bellas edificaciones de gran valor histórico arquitectónico que aún se mantiene de pies, conservando su dignidad de “casa grande” de la hacienda.
En San Luis Gonzaga se cuenta con un internado rural que reúne a los niños de la jurisdicción con más de trescientos habitantes, para su educación primaria. Cuenta también con una aeropista y las poco frecuentes visitas de algunos turistas y estudiosos de las misiones.
El acceso más fácil esta a la altura del kilómetro 194 de la carretera La Paz-Ciudad Constitución, por la brecha que va a la presa El Iguajil. Es de recomendarse visitar este hermoso e histórico paraje, que luce como una esmeralda incrustada en la sabana gris del desierto, que nos ofrece una clara visión de la reciedumbre de los antiguos californios que tenían resuelta la manera de vivir en perfecta armonía con su medio ambiente natural y del esfuerzo de aquellos que llevaron adelante la epopeya evangelizadora en aras de su fe.
SAN IGNACIO DE LOYOLA ( KADAKAAMAN )
SAN IGNACIO
(Kadakaaman)
En un fértil y pequeño valle, rodeado de sierras y desierto, se asienta esta hermosa población, donde el río subterráneo aflora en un borbollón que al represarse se convierte en una quieta laguna bordeada de tulares y carrizales, por cuya ribera corre la carretera de acceso que llega directamente a la encantadora plaza principal adornada por gigantescos árboles de la india; es precisamente frente a esta donde se levanta la imponente iglesia de la misión de San Ignacio de Loyola, con su espléndida fachada ornamentada en piedra labrada y en cuya construcción se utilizaron bloques de roca volcánica de 1.20 mts. de espesor y en parte debido a esto la edificación ha permanecido casi inalterada al paso de los años.
Esta misión fue fundada en 1728 por el jesuita mexicano Juan Bautista Luyando. La construcción de su templo la inicio el también jesuita Fernando Consag y el padre Juan Crisostono Gómez fue el misionero dominico que concluyó la obra aproximadamente en 1786 en su interior se puede apreciar un bellisimo altar de madera labrada y chapada en oro , con 7 óleos y una imagen de San Ignacio de Loyola que son verdaderas joyas.
Una de las características de San Ignacio son sus bastos datilares y huertos donde se cultivan vides, higueras, cítricos, mangos y hortalizas, actividad que fortalece la economía del lugar en especial la producción datilera es bastante considerable y se reconoce como la mejor del Estado
. No obstante que esta población se encuentra bastante lejos de la costa, mantiene su tradición pesquera, actividad en la que sus pobladores son pioneros en la costa del pacífico, desde la Laguna de San Ignacio hasta Punta Eugenia. En 1936 se instaló aquí una escuela regional campesina, que más tarde daría lugar a la formación de la Escuela Normal Urbana de La Paz, a la primera se debe la construcción de la aeropista que aún sirve a la comunidad. San Ignacio tiene una gran importancia turística, ya que es el punto más próximo y accesible para realizar excursiones a las grutas y cuevas con pinturas rupestres en la sierra de San Francisco, donde existen más de 500 sitios pintados en un área de 12 mil km2
. La gran mayoría de los cuales contiene enormes murales que se localizan en rocas, acantilados o en el interior de las grutas, legado de nuestros ancestros que constituyen un enigma y un reto para los expertos pueden visitarse únicamente con permisos especiales bajo control de las autoridades del INAH. Tiene una buena oferta de servicios turísticos como hoteles de tres estrellas y clase económica, campos para casas rodantes. restaurantes y facilidades para excursiones.
. No obstante que esta población se encuentra bastante lejos de la costa, mantiene su tradición pesquera, actividad en la que sus pobladores son pioneros en la costa del pacífico, desde la Laguna de San Ignacio hasta Punta Eugenia. En 1936 se instaló aquí una escuela regional campesina, que más tarde daría lugar a la formación de la Escuela Normal Urbana de La Paz, a la primera se debe la construcción de la aeropista que aún sirve a la comunidad. San Ignacio tiene una gran importancia turística, ya que es el punto más próximo y accesible para realizar excursiones a las grutas y cuevas con pinturas rupestres en la sierra de San Francisco, donde existen más de 500 sitios pintados en un área de 12 mil km2
. La gran mayoría de los cuales contiene enormes murales que se localizan en rocas, acantilados o en el interior de las grutas, legado de nuestros ancestros que constituyen un enigma y un reto para los expertos pueden visitarse únicamente con permisos especiales bajo control de las autoridades del INAH. Tiene una buena oferta de servicios turísticos como hoteles de tres estrellas y clase económica, campos para casas rodantes. restaurantes y facilidades para excursiones.